El espía

Así, sin más ni menos, tu tratas de escabullirte mientras yo observo desde la banqueta del frente. No es una danza, pero los dos nos movemos conforme al destino. Destino? si es que eso existe en nuestra mezcla de cuerpos, yo le llamaría necesidad.
Sin embargo, no basta, ambos buscamos otra cosa, pero en esa búsqueda que para ti es más explícita me encuentro mirando tu actividad, en espera de que lo hagas, para contar con armas y disparar, teniendo la bicicleta como medio de huida.