18.4.05

Halagos

Juro que la falta de tiempo me está matando, pero de pronto apareció una cosa que me reanima entre todo ese trabajo acumulado, son los halagos, pero no el de un cobrador de pasaje que de muy mal gusto inventó que otra persona había pagado mi boleto, cuando yo fui la primera en subir o el de los albañiles de la esquina de mi trabajo que cada vez que paso dicen la misma tontera mamacitaaaaa, y hasta parecen fingir el tono naco que la mayoría de las mujeres odiamos.
Nada se compara a un halago tuyo, cuando dices que me ves más bonita y yo te pongo una cara de ya lo sabía, pero también hay otros que me reconfortan, como el del chavo que pasó junto a mi y me dijo flaquita, yo le creí¡¡ o el que de pronto escuché al pasar un BMW: bombón, vamos hasta el del conductor del urbano que se paró enmedio de la avenida sólo por darme el paso.
Todos, todos fueron hermosos, o al menos me hicieron sentir bien, ya me cansé de lamentarme de todo lo que me pasa, que si tu me engañas, que si el trabajo, que si la familia, etc, etc, esta vez me siento bien y con esos halagos hasta me creo bonita.

p.d. también cuenta el de matador, que en su mail me halagó y me hizo sonreir.

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