4.6.07

Z-0


No era una joven pandillera como las que eligen en Coahuila, ni tampoco era menor de edad de por allá meritito el norte, mucho menos una desertora del Ejército. Me reclutaron sólo porque un día leyeron algunas de mis notas expresando repudio hacia la humanidad y hacia ciertos gobiernos azules. Detrás de mi linda cara, nadie podía sospechar de mis lazos con ellos, ni mucho menos que a mi ka lo convertí en una narcotiendita móvil que operaba en horarios de oficina.
La invitación me llegó vía mail, como las que suelen aparecer en el buzón de entrada para que te incorpores a un nuevo club en línea y cosas absurdas. Esto no lo era. Esto no lo es.
Abrí el correo, las letras eran mínimas y contundentes, por cuestiones de seguridad, sólo revelaré la última línea: Quieres o no quieres?
Hace días que había leído en Proceso un reportaje acerca de su dominio por el territorio mexicano, y también de lo que les hacían a los bocaflojas. Como yo no me puedo guardar nada, preferí unirmeles con una condición: que me dieran mi propio número. Ya existía el Z-9 para El Mellado y el Z-7 para El Vera, así que me dieron el 0, oh número grandioso que ahora me da poderío y singularidad.

Les habla Z-0, quien quiera unirse a mi zona del pueblo mágico, primero tendrá que cortar alguna de estas cabezas:
- Omickey
- El negro
- Hermanastra
- La gata defeña
- El Pantera
- Perris, perris
De haber logrado el objetivo, éste deberán arrojarlo al río Consolapa, cerca del puente.

Espero verlo muy pronto...

1 comentario:

@Igna-Nachodenoche dijo...

Entre líneas supongo que la pandilla, te aceptó con todos los honores.

Besos.