Las fechas se cumplen... Mi calendario de Seguros Monterrey señalaba viernes 22 de junio de 2007; a las 20:30 era el último concierto de Carlos Miguel Prieto como director de la Orquesta Sinfónica de Xalapa. Había planeado ir, pero como siempre se presentan cosas de última hora y mi trabajo requería un "poco" más de mi tiempo. Finalmente, logré llegar. Tenía 30 minutos que la gente comenzó a entrar para ganar lugar, y mi compañero ya había desesperado por mi atraso, es más iba a regalar mi boleto a uno de sus amigos para que él no tuviera que pagar 300 pesos.
La flauta mágica fue la ópera elegida, la última de Mozart. Se divide en dos actos y su libreto en alemán es de Emanuel Schikaneder. Los personajes principales son el gran sacerdote Sarastro, Tamino, Pamina, la Reina de la noche y el Papagano.
Algunos críticos señalan en la historia influencias masónicas. Sin embargo, el director de la Ópera de París, Gérard Mortier, en una rueda de prensa recordó además que Schikaneder no fue el único autor del libreto sino que hubo otra persona, miembro de la logia masónica, que escribió la parte más antifeminista y misógina de la ópera. Y efectivamente, lo misógino es lo que a mi parecer predominó, aunque no deja de ser una obra hermosa.
La Orquesta Sinfónica de Xalapa no lució como debía, pues a pesar de que la música es parte primordial, la interpretación de los personajes opacaba tanto a los músicos como al propio Carlos Miguel Prieto, que ese día debía lucirse con sus movimientos encantadores, a parte de su cara.
La iluminación tampoco fue la adecuada. Los colores se viciaban, rojos, verdes, azules; por ende, el vestuario no brilló.
Así fue el adiós a Carlos Miguel Prieto, que no le resta todo su trabajo en la OSX desde el 2002, pero que no fue lo que yo esperaba. Ahora se irá con su hermoso rostro a la Orquesta Sinfónica Nacional de México, adiós, adiós...
