La esperanza muere al último, eso siempre dicen las comadres después de sopear su pancito en el café y haber hablado de que el marido ya las dejó por otra o que es un mantenido, la pregunta: será que cambiará?.
También suele surgir la frase con la familia en la sobremesa, cuando se acaba de platicar el asunto del trabajo donde hay mucho que hacer y poco que recuperar (en dinero): encontraré un trabajo mejor algún día?.
Yo ya lo sé: la esperanza muere al último, pero la que a mí me tocó es una esperanza débil, enferma, hipocondríaca diría yo y media sacona, así que antes de enfrentarse a las cosas se dio por vencida. La esperanza muere al último, la mía fue la primera que murió (como siempre, llevándole la contraria a los dichos populares)…
p.d. lo bueno es que se murió después del 5 de noviembre, si no le hubiera tenido que hacer su altar con tamales y tabaco, por que bien que se echaba su cigarro.
5 comentarios:
Mientras haya vida siempre habrá esperanza....y aunque la noche se muy larga, siempre amanecerá. No lo olvides. Un gusto conocerte. Te sigo leyendo. Saludos.
Es una forma de verlo... ¿Por qué tapas tu cara?
Que no murió...tu esperanzá está en tu dentro...
Besos renovados.
La esperanza hay días que se me muere al caer el sol, y renace de nuevo al día siguiente.
Besos fiel compañera.
Yo te envio un nuevo ramillete de esperanzas, cargaditos de energias positivas.
Besos.
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