que no es algo que me de orgullo pero sucedió, aquí en la Capital de las Flores donde la cultura es como una especie en extinción.
En este mes de la madre, haciendo honor a la celebración, también se lleva a cabo la semana del estudiante en las facultades de la máxima casa de estudios.
Es un mero pretexto para emborracharse y hacer desmanes con permiso de la autoridad. Y así fue este año, los carros alegóricos con hombres vestidos de mujer y mujeres vestidas, o más bien desvestidas, se lucían por las calles de la hermosa Xalapa.
A la altura de la Comercial comenzaron los golpes entre los galenos y los futuros abogados del Estado, ojalá ninguno de ellos tenga que operarme ni sacarme de la cárcel. Ahora ambos bandos se dicen ofendidos, más ofensa resulta para la Atenas Veracruzana ser escenario de estas obras protagonizadas por el futuro de la entidad.