30.3.05

Sirena

He perdido el camino, mi mar de pensamientos sufre de maremotos, los peces nadan con miedo, las caracolas lucen destrozadas y yo siendo sirena no encuentro a otro de mi especie. Los dos hombres que he permitido intenten convertirme en mujer de dos piernas se dan por vencidos muy pronto, o al menos mucho antes de que lo logren.
Ser sirena duele...

28.3.05

Pinches reacciones

Al obligarlo a decirme la verdad...
Primera reacción.- Sí, me fui a la playa, pero con unos amigos.
Yo cara de incrédula
Segunda reacción.- Bueno, me fui a la playa con unos amigos y amigas.
Yo cara de incrédula y risa sarcástica.
Tercera reacción.- Entonces qué quieres que te diga.
La verdad, obviamente, es más yo ya la sé, te fuiste con ella tres días, tres días con sus dos largas noches...
Cuarta reacción.- Si ya lo sabes, entonces para qué me preguntas.
Qué poca madre
Quinta reacción.-Ya te dije que sólo somos amigos.
Lo que yo no entiendo es para qué me invitas a la playa si ya tenías planes de irte con ella, o era yo la reserva.
Sexta reacción.- Aclaramos las cosas, me dijo todo, de tus mensajes y tus llamadas.
Ah sí? te dijo todo, y te mencionó que ella también me puso un comentario con una serie de respuestas que luego borró.
Séptima reacción.- No eso no, qué te puso dime.
No pues si ella te dice todo no? igual de sinceros los dos, no cabe duda.
Octava reacción.- No, igual de locas las dos, están mal.
Ahora resulta, pues tu fuiste el que se involucró.
Novena reacción.- Por qué no puedes aceptar ser sólo mi amiga como ella lo aceptó.
Simplemente porque los amigos no se traicionan como tu lo hiciste
Ya, ya, al final azoté la portezuela de tu auto con la esperanza que te llegara el golpe en la cara, aunque eso imposible, era sólo la intención de devolverte un poquito del grande dolor que me dejaste con tus mentiras y las de ella (todavía recuerdo, tendría que ser muy buena actriz para fingirlo, pues sí que lo eres mujer, mereces un premio por haberme echo creer que no sentías nada por él). Coño, son iguales, ya veré quién de los dos pierde más, aunque te lleva la delantera amiga besos de vainilla...
Todavía me cuesta creer que estaba hablando con un hombre de 37 años y con estas pinches reacciones, no pues muy maduro de tu parte, qué me criticas a mi.


Y aún me pregunto si tuvieron relaciones o no, inocente de mí...

27.3.05

Este fin

Habíamos planeado ir juntos a la playa,
resulta que te fuiste con Y o con K, pero
ninguna de ellas era yo.
Qué pensabas que no me iba a enterar,
o es que pecas de buen mentiroso,
a lo mejor y alucino como otras veces,
pero necesito una buena explicación para
haber dejado de broncearme
sólo porque a ti no se te ocurrió avisar
tu cambio de planes.
Me cae que eres cobarde, ya se cuál va
a ser tu explicación, igual de falsa que tu alma...
Ven por qué odio el odio...

22.3.05

Club de Odio el Odio

El club de odio el odio está conformado por personas interesadas en ejercer el odio al por mayor, sin inhibiciones y sin distinciones de raza, religión u otra cualquiera.

Creemos que es posible sustituir cualquier sentimiento por el odio, siempre y cuando la persona, situación o cualquier otra cosa merezca recibirlo.

Vemos en el odio una forma de desahogarnos sin dañar a los demás, pues nunca les desearemos mal a quienes odiemos.

Beneficios del Club de Odio el Odio

El odio es un sentimiento que nos permite:

• Sentirlo en cualquier momento a cualquier hora, hacia cualquier humano, situación, objeto o animal que se lo haya ganado o que en esos momentos así nos parezca.

• Proveerse de odios infinitos sin afectar a terceros (aunque a veces sólo te daña a ti, eso será tu responsabilidad como miembro del club).

• Valorar a los pocos que no odiemos.

• Liquidar a quienes se nos venga en gana, con tan sólo decir te odio, aunque esa persona no lo sepa nunca.

• Construir odio tras odio, hasta llegar a odiar el odio, el máximo grado al que se puede llegar en este club.

• Incorporar al club a personas que piensen que ya no pueden odiar más.

Sucede a menudo que poseemos un don innato para odiar, pero no nos atrevemos a ejercerlo por miedo al rechazo, que no te importe si te rechazan, aquí te apoyamos para odiar juntos a quienes no nos acepten tal y como odiamos

Cómo pertenecer al Club
* Simple, odia, odia a quien te haga daño, a quien te regañe sin razón, al perro que te orinó, a quien tu quieras.
* Inscríbete en esta página, sólo deja tu nombre y di por qué te gustaría ser miembro de este club.
* No incites a otros a pertenecer a este grupo, mientras menos socios mejor, pero si tu escuchas a alguien que diga odiar con verdadero sentimiento, entonces invítalo, yo ya tengo tres miembros honorarios: Estefanía Llano (odia no estar cerca de sus padres), Sergio Salinas (odia a la gente y a las marcas patito) y la inspiradora de este concepto: Natividad Acuña (aunque ella está en una etapa feliz, por lo que dejó de odiar hasta nuevo aviso).
* Toda la duda que surja acerca de este club, puede ser resuelta en esta página.


ATTENTAMENTE

KANGIE
PRESIDENTE DEL CLUB DE ODIO EL ODIO

(yo ya llegué al máximo nivel, odio el odio)

17.3.05

De grandes a mi

Un gran hombre le dijo a otro más grande, quien me lo hizo saber a mi:

Vacas que no dan leche a las salchichas


Me pregunto a qué sabrás en salchichas

13.3.05

Perfume

Hace unos días el destino me dio la oportunidad de respirar nuevamente tu perfume carnal, traté de inhalar cuantas veces podía por minuto para quedarme llena, saciada de tu aroma, y conservarlo por mucho más tiempo.

Después del encuentro vino cierto arrepentimiento. Quise sacudirme tu olor, me fui de farra para ver si el humo del cigarrillo en el antro lograba retirarte de mi nariz, imposible, entre más luchaba contra tu fragancia carnal más se adhería en mis poros y lo transpiraba en recuerdos.

Ayer decidí comprar un frasco para depositar tu efluvio corporal, no pude encontrar uno mejor que el Inferno-Paradiso y aunque es pequeño ya empecé a vaciarlo, llevo la mitad, creo que hoy iré por más.

Inferno-Paradiso by Kangie Benetton


9.3.05

Quiero engañarte

Esta vez quiero engañarte, ponerte los cuernos para que me entiendas, deseo irme a la cama con otro que me haga sentir cosas nuevas, que le diga palabras e impulse gemidos que nunca hubo entre nosotros. Sin embargo, el corazón me traiciona, también quiere engañarte pero contigo, le dice a la mente que se una a su treta.
Está bien, ya nos pusimos de acuerdo, te voy a engañar contigo, deseo a un hombre con tu misma cara, mismo pelo y cuerpo, con diferente nombre y pensamiento, así podré tener lo que quiero, gritaré por alguien como tú sin tener que nombrarte.
En este momento me topé con un sinfín de sinónimos para lo que estoy haciendo y voy a hacer: engaño, ardid, trampa, estratagema, artificio, artimaña, triquiñuela, celada, estafa, añagaza. Voy a engañarte, a ardidarte (aunque preferiría arderte), estratagemarte, artificiarte, artimañarte, triquiñuelarte, celadarte, estafarte, añagazarte, y con esto he encontrado dos artes, el arte de engañarte y amarte al mismo tiempo.
Cuando será el día que otro arte aparezca, el que me harte.

8.3.05

A Ramón

Ramón López Velarde es mi amor imposible, quisiera haber nacido en su época para que me escribiera poemas como lo hace tan bien y tan tiernos, no estar aquí transcribiendo lo mismo que sintió:
Me arrancaré, hombre, el imposible Amor de melancólica plegaria, Y aunque se quede el alma solitaria Huirá la fe de mi pasión risible.
Iré muy lejos de tu vista grata, Y morirás sin mi cariño tierno, Como en las noches del helado invierno Se extingue la llorosa serenata.
Entonces, al caer desfallecido Con el fardo de todos mis pesares, Guardaré los marchitos azahares Entre los pliegues del nupcial vestido.
Ramón, monchi si te gusta, renace y enamorame, o al menos metete en mis sábanas y sueños, para que el ya no ocupe el lugar que te corresponde.

7.3.05

Va a esperar

En la fondita, donde solíamos comer juntos, me preguntaron si iba a esperar, por un momento me quedé fría, no sabía qué responder, voy a esperar? a que me acompañes a la hora de la comida, a que te arrepientas y vuelvas a mi lado, a que me digas que todo era una broma, a que vuelva a nacer, a qué, a qué o a quién voy a esperar.
Mientras comía, recordé nuestras pláticas, nuestros días, de repente llegó una pareja y me pidió compartir la mesa, accedí, total no esperaba a nadie. Ya no pude seguir, preferí retirarme, pues el amor de ambos me hacía daño, me daba envidia, buena o mala, al fin envidia por no tenerte como ella tenía a su hombre.
Esta vez dije que no esperaba, mañana no sé, quizá te encuentre y me invites a pasar, o esperaré a otro, a mis amigos Pedro, Abraham o Sergio, creo que por el momento esperaré ya no recordarte tanto.
Deseo que al pasar de los días, la chavita que decías era tierna ya no me pregunte por ti, si te voy a esperar, pues su pregunta me hace extrañarte más.

6.3.05

Armisticio

Arreola me impulsó a decirte adiós de la manera más poètica y dolorosa posible.
Ayer era el día planeado para nuestra separación, la cosa más real que nos ha sucedido, al menos más real que nuestra historia.
Este amor mío está condenado a morir, ese es su destino, yo no quisiera matarlo pero no hay remedio, tengo que hacerlo antes de que él me mate a mí.
Huye, huye mientras puedas, no vaya a ser que esta mi segunda noche sin ti, me arrepienta como ahora lo hago y corra a buscarte, como tantas veces.
Después de una tarde juntos, con una comida deliciosa que esta vez no prepararon tus manos, Arreola seguía insistiendo para que cumpliera el armisticio.
Terco, como yo, siguió molestando hasta el lecho de tu cama, y como ya éramos tres y yo no soy tan liberal, tuve que decirte
"Con fecha de hoy retiro de tu vida mis tropas de ocupación. Me desentiendo de todos los invasores en cuerpo y alma. Nos veremos las caras en la tierra de nadie. Allì donde un ángel señala invitándonos a entrar. Se alquila paraíso en ruinas".

4.3.05

El juego

Este juego no es divertido. Somos cuatro participantes, tres conscientes y uno fantasma, todos tiran, avanzan, yo lo intento pero ellos me ponen trabas, pareciera que no quieren que gane, pero se les olvida que en este juego nadie gana, todos pierden como en la pirinola.
Yo observo su estrategia, parecen acariciar la victoria, se unen ya no sé si con alevosía, a mi simplemente me dejan atrás, a lo lejos veo como este pasatiempo que yo no elegí destruye mi vida.
Este tipo de entretenimiento debería estar prohibido por el estado al atentar contra la integridad humana, nadie hace nada por eliminarlo, todo lo contrario cada vez son más los grupos de humanos que lo juegan, todos terminan igual, llorando el haber perdido un amor, basta observarme...

1.3.05

Carrito de helados

Cuando pequeña, me ilusionaba ir a visitar a mi abuela materna en primavera. No era porque la quisiera mucho (aunque en realidad ahora la extraño), lo que realmente impulsaba mi deseo de ir a San Marcos era el carrito de helados que en temporada de calor hacia su recorrido en la manzana empedrada donde vivía mi abue, la música que del vehículo provenía era celestial para mis oídos, rápidamente corría a pedir un peso a mi madre y no paraba hasta llegar a la esquina obligada donde el heladero esperaba a todos los niños.
Injusticia heladera sin duda, pues no todos los infantes que querían uno de los postres gozaban de una familia que pudiera complacer esos antojos. Yo niña, no me importaba, sólo saboreaba mi helado que dentro de mi boca se deshacía, a un lado mis cachetes esponjados como espectadores (por fortuna, se desinflaron un poco), con el cabello alborotado y mi ropa llena de lodo, después de haber jugado medio día en la finca que se ubicaba en la parte trasera de la casa abuela.
Todos los sabores probé, ahora lo que más recuerdo es la ciruela pasa que le colocaban enmedio y la música del carrito de helados, que si ahora escuchara correría a buscarlo aunque todavía no sea primavera, para que me lleve lejos, lejos a través del tiempo, lejos de tí...
si tan sólo pudiera